18 agosto 2008

EL CLUB DE LOS HIPOTECADOS
Tal día como hoy, un 18 de agosto de hace no muchos años, me encontraba ante un montón de papeles en una de las oficinas del banco al que me iba a unir casi de por vida. Allí, en presencia del Sr. Notario firmé mi condena: 30 años y un día (30 años de hipoteca y un día para recuperarme del shoc). Casualidades de la vida, hoy mi novio también ha firmado la compra de su piso. Tras un sin fin de papeleo, un ir y venir a bancos y cajas y toparse con algún que otro empleado incompetente, por fin ya tiene su piso.
Tal y como están las cosas y los tiempos de crisis (o desaceleración económica) que corren, Iván puede estar más que contento. Bienvenido al Club de los Hipotecados.
Por cierto, vamos a necesitar mano de obra barata (o mejor dicho, gratis) para echar una mano con la pintura.

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