KIKE EL GATO

Todo el que me conoce sabe de sobras que no me gustan los gatos, es más, soy alérgico a los gatos. Se me ponen los ojos rojos, me pica la garganta y se me caen los mocos. Si una noche ligo con un tio y al llegar a su casa me encuentro que tiene un gato de mascota, prefiero pasar del polvo y largarme de allí cuanto antes. Pese a todo eso, hoy voy a hablaros de un gato en cuestión, de Kike, el gato de mi amiga Inma.

Kike no era muy bueno calculando las distancias, por eso un día que quiso saltar a la ventana se pasó de largo callendo a la calle, pero no le pasó nada. Kike hacía estas cosas...

Esta noche Kike nos ha dejado, y aunque él y yo nunca congeniamos muy bien, (por su condición de gato, claro está) he querido dedicarle este espacio en mi blog, a él y por supuesto a mi amiga Inma que es quien más le va a echar de menos.